Colapinto: La Pasión Oculta que Heredó de su Abuelo y Brilló en Brasil

Franco Colapinto, un audaz piloto argentino de Fórmula 1, navegó el riesgo y la velocidad en cada curva de su carrera. Pero su reciente publicación en redes sociales, que dejó a muchos boquiabiertos, revela que su adrenalina no conoce límites, ni siquiera lejos de la pista.

Actualmente en Brasil para el Gran Premio de San Pablo, Colapinto se enfrenta a un horario apretado: entrenamientos el viernes, clasificación sprint también el viernes, y la carrera principal el domingo, a pesar del pronóstico de lluvias que amenaza la qualy. Sin embargo, este joven de Pilar, que ya ha conquistado el mundo del motor, decidió hacer un alto para practicar otra pasión: el polo.

En su cuenta de Instagram, Franco compartió videos y fotos montando a caballo, mostrando una habilidad que va más allá de un simple paseo. Su conexión con el equino es palpable; galopa a un ritmo que refleja su naturaleza veloz. Todo esto mientras se prepara para lo que podría ser el anuncio más importante de su carrera: su ascenso como piloto titular en la escudería añadida de Alpine para la próxima temporada.

El episodio no solo es una muestra de versatilidad; también destaca el vínculo emocional que Franco tiene con su abuelo Leónidas, que le enseñó a montar y quien falleció el año pasado, justo antes de que el joven piloto se adentrara en la caótica y emocionante vida de la F1. Pilar, su hogar, se erige como un centro de pura tradición ecuestre, especialmente en el ámbito del polo, donde Brasil se encuentra en la segunda posición sudamericana tras Argentina.

Esa conexión familiar es aún más profunda cuando se considera que Colapinto llevó especial vestimenta del equipo francés durante su equitación, con Alpine permitiendo esta distracción a pesar de los riesgos que podría conllevar. Un momento de libertad antes de asumir su rol decisivo el domingo, donde espera no solo ser aclamado por sus compatriotas, sino también por las leyendas del polo, como Adolfo Cambiaso y Facundo Pieres, quienes no son ajenos a la diversión que ofrece el campo.

Aun en medio de sus compromisos futbolísticos y los cuidados que requieren los cuerpos de los atletas, la pasión por el caballo sigue viva en él. En el recorrido de su vida, este joven piloto ha compartido mates y asados en Brasil con grandes del deporte, comenzando una relación que trasciende el automovilismo. El calibre de esta oportunidad no puede ser subestimado y las expectativas recaen sobre él. Un miércoles de descanso ganado, ante el inminente reto que lleva consigo el devenir deportivo que se avecina.

La presencia de estos dos íconos del polo entre sus seguidores en Instagram no es casualidad; refleja lo que es la grandeza en el deporte argentino. Un día cualquiera para un piloto que busca traspasar los límites de la velocidad, que mantiene viva la llama de su infancia en cada giro y en cada salto sobre la montura. La posibilidad de que su trayectoria en la Fórmula 1 se vea ampliada y enriquecida la semana es inminente; para que la sinfonía de motores en Interlagos suene precisa, solo faltará un poco más de potencia de su unidad Renault; que sean más los caballos de fuerza que lo lleven al podio.